lunes, 3 de enero de 2011

OTROS MUROS FAMOSOS

EL MURO DE ADRIANO

El Muro o Muralla de Adriano es una antigua construcción defensiva de la isla de Gran Bretaña, levantada entre los años 122-132 por orden del emperador romano Adriano para defender el territorio britano sometido, al sur de la muralla, de las belicosas tribus de lospictos que se extendían al norte de la misma, en lo que llegaría a ser Escocia tras la invasión de los escotos provenientes de Irlanda. La muralla tenía como función también mantener la estabilidad económica y crear condiciones de paz en la provincia romana de Britania al sur, así como marcar físicamente la frontera del Imperio.Hoy día aún subsisten importantes tramos de la muralla.
Este limes fortificado se extendía durante 117 km desde el golfo de Solway, en el oeste, hasta el estuario del Tyne en el este, y estaba flanqueado por las poblaciones de Pons Aelius(actual Newcastle) y Maglona (Carlisle). La muralla en sí estaba construida en su totalidad con sillares de piedra, tenía un grosor de 2,4 a 3 m y una altura de entre 3,6 y 4,8 m. Contaba con 14 fuertes principales y 80 fortines que albergaban guarniciones en puntos claves de vigilancia, así como un foso en su parte septentrional de 10 m y un camino militar que la recorría por su lado meridional. Más al sur del camino militar construyeron otro foso con dos terraplenes de tierra para proteger la muralla de ataques desde el sur. Su nombre se usa en ocasiones como sinónimo de la frontera entre Escocia e Inglaterra, aunque en la mayoría de su longitud, el muro sigue una línea más al sur que la frontera moderna.

EL MURO DE LOS LAMENTOS
El Muro de las Lamentaciones o Muro de los Lamentos es el sitio más sagrado del judaísmo. Su nombre en hebreo significa simplemente "muro occidental". Es el último vestigio del Templo de Jerusalén, el edificio más sagrado del judaísmo. Los restos que aún quedan datan de la época de Herodes el Grande, quien mandó construir grandes muros de contención alrededor del Monte Moriá, en el año 37 a.C. ampliando la pequeña explanada sobre la cual fueron edificados el Primer y el Segundo Templo de Jerusalén, formando lo que hoy se conoce como la Explanada de las Mezquitas (por la tradición musulmana) o Explanada del Templo (por la tradición judeocristiana).





LA GRAN MURALLA CHINA
Gran Muralla China  es una antigua fortificación china construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI para proteger la frontera norte del imperio Chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria.
Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calcula que tiene 8.851,8 kilómetros de largo, desde la frontera con Corea al borde del río Yalu hasta el desierto de Gobi a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior, aunque al día de hoy sólo se conserva un 30% de ella. En promedio, mide de 6 a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de ancho. En su apogeo Ming, fue custodiada por más de un millón de guerreros.
La muralla fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987. Gran parte de la Gran Muralla tiene fama de ser el mayor cementerio del mundo. Aproximadamente 10 millones de trabajadores murieron durante la construcción. No se les enterró en el muro en sí, sino en sus inmediaciones.
El día 7 de julio de 2007 se dio a conocer que la muralla china fue elegida como una de las ganadoras en la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. 

EL PAPA JUAN PABLO II Y EL MURO DE BERLÍN


El decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, aseguró hoy que el Papa Juan Pablo II (1978-2005) y los cristianos europeos fueron fundamentales en la caída del Muro de Berlín. En declaraciones a Radio Vaticano, el cardenal Sodano, quien fue secretario de Estado (cargo equivalente al de primer ministro) vaticano entre 1991 y 2006, manifestó que sin la presencia del Papa Wojtyla "todo lo que ha ocurrido desde entonces en la Europa Oriental no habría sido posible". Sodano dijo que la caída del Muro de Berlín supuso la desaparición del sistema comunista en la Europa centro-oriental "que fue impuesto a la fuerza a esas poblaciones". En este sentido, el cardenal, de 74 años, dijo que la caída del Muro "fue el triunfo de la libertad de los pueblos" y que eso ya lo manifestó Juan Pablo II cuando visitó en 1996 Berlín y en la Puerta de Brandeburgo dijo que ésta "se ha convertido en la Puerta de la Libertad". El purpurado agregó que acompañaba al Papa Wojtyla en ese viaje y que recuerda la emoción del entonces canciller alemán, Helmut Kohl, y la ovación que la multitud allí congregada le tributó al Pontífice. "Hoy podemos decir, citando a una persona para nada sospechosa como (el último presidente de la URSS) Mijail Gorbachov, que todo lo que ha ocurrido en Europa oriental en estos años no hubiera sido posible sin la presencia de Juan Pablo II; sin el papel, también político, que supo jugar en el escenario mundial", afirmó Sodano Gracias a Juan Pablo II -prosiguió el cardenal- y al aporte de tantos cristianos europeos, hace veinte años que se comenzó a construir la nueva Europa. Sodano resaltó los valores cristianos del viejo continente y lamentó que la Unión Europea "haya preferido ignorar ese patrimonio cristiano en el Tratado de Lisboa". "Ello -prosiguió- no debe desanimar a los cristianos europeos, sino que debe estimularles para llevar el Evangelio en la nueva realidad europea que se va configurando".


Del Confidencial

CONSECUENCIAS

El fin de la Guerra Fría




El proceso de unificación alemana discurría unido a lo que sucedía en el panorama internacional del momento marcado por la decadencia generalizada del comunismo, la apertura hacia el mercado occidental y la democracia en la Unión Soviética y en los demás países de Europa del Este.
 
El fin de la Guerra Fría, junto con la disolución de la Unión Soviética, terminó con el mundo bipolar y erigió a los Estados Unidos como potencia hegemónica.
 
Caída de la URSS
 
El descontento social reinante en toda la Unión Soviética, arrastró al modelo socialista de Europa Oriental y a la vez obligó a reformas políticas que tuvieron como consecuencia la disolución de la URSS en 1991, la desaparición del bloque soviético y el fin del enfrentamiento bipolar entre estadounidenses y rusos. Se dio inicio a un período de hegemonía global por parte de los Estados Unidos, inaugurado con la primera Guerra del Golfo.
 
Por su parte, el bloque soviético en Europa del Este cayó en el marco de las convulsiones pacíficas del otoño de 1989. En Rumanía, sin embargo, la caída del comunismo se resistió. Ceaucescu gobernaba el país mientras repartía cargos entre sus familiares y el país se sumía en la pobreza. En una ausencia del gobernante se reprimió a tiros una manifestación en su contra.  Posteriormente, el régimen convocó una concentración en Bucarest para homenajear al líder, que desató en una nueva protesta, la protesta en una represión y la represión un alzamiento popular. Ceaucescu huyó pero fue detenido y ejecutado junto a su esposa.
 
Polonia fue la primera nación en abandonar el comunismo, seguida por Hungría, Bulgaria y Checoslovaquia. La violencia brilló por su ausencia en todos estos procesos que concluyeron con la posterior celebración de elecciones democráticas.

¿Quiénes?

¿Qué personajes se hicieron relevantes durante la construcción y existencia de muro?


Walter Ulbricht, jefe de Estado de la República Democrática de Alemania (1960-1971)

Fue uno de los artífices de la unión entre los socialdemócratas y comunistas del Este en el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED, por sus siglas en alemán) en 1946. Quince años más tarde ordenó la construcción del Muro de Berlín.
Erich Honecker, jefe de Estado de la República Democrática de Alemania (1976-1989)
En 1971 sucedió a Ulbricht como Secretario General del Partido Socialista Unificado de Alemania, y también asumió la presidencia del Consejo de Defensa Nacional. Fue el responsable de ejecutar la construcción del Muro de Berlín en 1961 y líder de la Alemania socialista hasta el año de 1989.
Erich Mielke, jefe del Ministerio para la Seguridad del Estado de la República Democrática de Alemania
Lideró la policía secreta de Alemania del Este, conocida como Stasi (Por sus siglas en Alemán). Organismo que llegó a tener 90 mil integrantes y 180 mil informantes. Dirigió muchas de las formas de represión en contra de la población de la República Democrática de Alemania.
Egon Krenz, jefe de Estado de la República Democrática de Alemania (18 octubre – 7 diciembre 1989)
Durante su mandato fue derribado el Muro de Berlín, símbolo del colapso de la República Democrática Alemana. En 1997, fue procesado por ser el responsable, entre otros, de la orden de disparar en contra de las personas que intentaron cruzar la barrera. Dos años después fue condenado. Salió de la cárcel en 2003, después de cumplir la mitad de su sentencia.
Günter Schabowski, miembro del directorio del Partido Socialista Unificado de Alemania (1981-1989)
En 1973, fue nombrado jefe de redacción del órgano oficial del Partido Socialista Unificado de Alemania; el periódico “Neues Deutschland” (Nueva Alemania). Pasó a la historia por la conferencia de prensa del 9 de noviembre de 1989, en la que declaró que los alemanes del Este podían cruzar el muro de forma inmediata, sin embargo, la orden para viajar tenía vigencia hasta un día después.
Willy Brandt, canciller de la República Federal de Alemania (1969- 1974)
Político socialdemócrata que ocupaba el cargo de alcalde de Berlín occidental cuando se construyó el muro. En 1969, fue elegido canciller de la República Federal Alemana.
En los años setenta estableció relaciones diplomáticas con la República Democrática Alemana, por lo que se le considera un personaje clave por suavizar las relaciones Este-Oeste. Esta política le valió en 1971 el premio Nobel de la Paz.
Helmut Kohl, canciller de la República Federal de Alemania (1982-1998)
Político demócrata cristiano considerado el canciller de la reunificación. Estableció relaciones diplomáticas con el Gobierno de la Unión Soviética, presidido por Mijaíl Gorbachov. Participó en las negociaciones conocidas como 2+4 (Dos Alemanias y cuatro países aliados) en las que se le dio el visto bueno a la reunificación alemana.
Konrad Adenauer, primer canciller de República Federal de Alemania (1949-1963)
Político demócrata cristiano. Se le considera como el personaje que logró incorporar a la República Federal Alemana (RFA) en occidente después de la Segunda Guerra Mundial. Gestó la conversión de su país en una potencia económica y su integración en el club de las potencias internacionales. Entabló relaciones con la Unión Soviética y toda la Europa del Este.
Lothar de Maizière, último canciller de la República Federal de Alemania (Marzo-octubre 1990)
Político alemán  que ejerció la última jefatura de Gobierno de la República Democrática Alemana (RDA). Integró la Unión Cristiano Demócrata de Alemania Oriental y, junto al canciller Helmut Kohl fue el encargado de negociar los términos de la integración de la RDA a la República Federal de Alemania.
Mijaíl Gorbachev, jefe de Estado de la URSS (1989-1991)
Inició una política de transparencia y reformas como la Glasnost y la Perestroika, que repercutieron en todos los países de Europa del Este. Su gobierno preparó el terreno para sustanciales cambios en el sistema político y económico socialista, como por ejemplo elecciones libres en la Unión Soviética. Promovió la eliminación de la Doctrina de la Soberanía Limitada, que permitía a la Unión Soviética intervenir en la política interna y militar de los países asociados al Pacto de Varsovia.

TRAS LA CAÍDA

Günter Schabowski, durante la rueda de prensa en la que anunció la apertura del Muro. Foto: EFE   



















El 9 de noviembre de 1989 fue la fecha clave, pero la caída del Muro había empezado mucho antes. Ese día se anunció oficialmente su apertura, por lo que a partir de esa misma medianoche los alemanes del este pudieron pasar a la República Federal Alemana sin necesidad de permiso alguno. 
 
Los berlineses se encaramaron al Muro tras el anuncio de su apertura. Foto: EFE
El Secretario General de la RDA, Günter Schabowski, anunció erróneamente la derogación de las leyes para viajar al extranjero como consecuencia del desbordamiento por las huidas masivas de alemanes del este hacia el oeste. El error fue sólo en cuanto a la fecha, ya que Schabowski dijo “inmediatamente”, cuando la apertura se preveía para la mañana siguiente.
 
La noticia corrió como la espuma
Los propios ciudadanos alemanes se lanzaron a derribar el Muro y convertirlo en historia. Foto: EFE 

Rápidamente se extendió la noticia por ambas partes de la ciudad y los berlineses del este empezaron a atravesar el Muro a pie o en coche para reunirse con familiares y amigos de los que habían estado separados durante mucho tiempo. Las escenas emotivas recorrieron todo el mundo y provocaron numerosas reacciones políticas y económicas.
 
Muchos de los visitantes se dirigieron a los barrios elegantes de Berlín Occidental para celebrar su recién adquirida libertad, mientras que miles de berlineses prefirieron escalar la pared de hormigón y armados de cuerdas, picos y cinceles, hicieron realidad su sueño de muchos años: derrumbar el Muro de Berlín.
 
La apertura no fue fruto de un “error”. Pero este acontecimiento histórico ya se venía fraguando en la sociedad alemana y en las relaciones políticas internacionales.
 
Por un lado, en la Alemania Occidental la oposición fue tomando fuerza con organizaciones como el Nuevo Foro, el Partido Socialdemócrata o Alternativa Democrática, que movilizaron a la sociedad y a los políticos. Las manifestaciones más masivas tuvieron lugar los primeros días de noviembre cuando en ciudades como Leipzig, Dresde o en el mismo Berlín Oriental miles de personas marcharon pacíficamente pidiendo, entre otras reformas, la celebración de elecciones libres.
 
Además, hay que tener en cuenta que en los meses precedentes a la caída del Muro la huida de ciudadanos del este al oeste se había incrementado notablemente. La gente atravesaba la frontera pero también los guardias socialistas mostraban símbolos de apertura. Así, el 2 de mayo de 1989 los soldados húngaros abrieron la frontera con Austria. En sólo tres días se calcula que 15.000 alemanes del este llegaron a la Alemania Federal.
 
En el mes de octubre la revolución en la Alemania Democrática era un hecho candente. Las marchas a favor de la libertad se repitieron en la ciudad de Leipzig. Estas marchas no estuvieron exentas de tensiones como la del 9 de octubre cuando desde el Partido Comunista se ordenó el uso de la fuerza para abortar la manifestación. Finalmente nada impidió el desarrollo de la marcha ya que se retiró dicha orden y miles de personas desfilaron por las calles alemanas igual que lo hicieron días posteriores como el 6 de noviembre cuando los manifestantes alcanzaron casi el medio millón de personas. Las concentraciones, que en todo momento, fueron pacíficas se extendieron por toda la Alemania Democrática.

Gorbachov, clave
Mikhail Gorbachov fue clave en la falta de altercados en las marchas. El líder soviético advirtió a sus dirigentes en el Berlín del este que no contarían con su apoyo si usaban la fuerza para reprimir las manifestaciones.
 
Gorbachov fue clave también por la introducción de la política conocida como‘Perestroika’. Ésta supuso una apertura del régimen ruso en aspectos sociales, económicos y políticos. El acercamiento a Occidente y la ampliación progresiva de la libertad de expresión que se irán experimentando desembocarán en los citados movimientos pacíficos y de protesta contra el régimen ruso y la existencia del Muro.
 
Ante el éxodo masivo y la proliferación de manifestaciones de protesta contra el régimen, el 7 de noviembre se produce la renuncia de todo el consejo de ministros que regía la RDA. Dos días después, cae el Muro y se abre la frontera que separaba las dos Alemanias.
 
El movimiento revolucionario de la República Democrática Alemana no fue un fenómeno aislado. Todos los países del bloque socialista experimentaron cambios radicales en un plazo relativamente corto de tiempo.




 

No son santos... pero sí inocentes

Más de 100.000 ciudadanos de la RDA trataron de superar la frontera interalemana o el Muro de Berlín para huir. Varios cientos de ellos fueron abatidos a tiros por soldados de la RDA o murieron de otras formas al intentar huir. Algunos de ellos murieron ahogados, sufrieron accidentes mortales o se suicidaron al ser descubiertos.

Hasta ahora, no existen datos exactos sobre el número de personas que murieron en el Muro de Berlín, ni se han podido averiguar todas las fechas de nacimiento y muerte de las víctimas. Para comprobar los datos y profundizar el conocimiento público sobre las víctimas del Muro de Berlín, se inició en agosto de 2005, un amplio proyecto de investigación en cooperación con la asociación Muro de Berlín y el Centro de Investigación de Historia Contemporánea de Potsdam



SIN SENTIMIENTOS...


El uso de armas de fuego en las fronteras externas de la RDA estaba regulado por leyes, ordenanzas y órdenes. Según una orden del Ministerio de Defensa de la RDA de octubre de 1961, se podía hacer uso de las armas de fuego "para detener a personas que no acatasen las órdenes de los guardias fronterizos que se habían identificado como tales, es decir que no se detuviesen tras los avisos verbales o los disparos de aviso de los guradias, sino que claramente intentasen pasar la frontera de la RDA” y “cuando no existía otra alternativa para detener al fugitivo”.

No existía, bajo el punto de vista jurídico, ninguna orden de disparar a matar. Sin embargo, los elogios y gratificaciones para los soldados que habían disparado y matado a fugitivos en su huida, las influencias ideológicas de los jóvenes reclutas y soldados, así como leyes penales que definían intentos de huída bajo condiciones concretas como crímenes, conseguían que para los soldados fronterizos el “permiso” de usar armas de fuego, se convirtieses más bien en una obligación.

No fue hasta el 3 de abril de 1989, tras un comunicado del secretario general del SED, Erich Honecker, que las tropas fronterizas de la RDA recibieron la orden de no utilizar más “las armas de fuego" para "evitar violaciones de la frontera".

La Franja de la Muerte

La franja de la muerte, cubierta de arena, estaba iluminada por proyectores de luz instalados en mástiles de gran altura. Gracias a la arena se podían distinguir las huellas de posibles fugitivos. Las farolas constituían la delimitación del puesto fronterizo. Los soldados fronterizos que traspasaban esta línea sin aviso previo eran sospechosos de haber cometido un intento de fuga. Delante de la así llamada franja de control, transcurría el “camino de patrullaje” para los automóviles de patrulla y suministros. Los vehículos podían alcanzar este camino asfaltado pasando a través de las puertas de entrada del muro interior. Otro elemento de las instalaciones fronterizas lo constituían las torres de vigilancia, situadas delante del camino de patrullaje. Estas torres estaban organizadas en grupos y coordinadas por un centro de comando. Delante de la línea de torres de vigilancia solían haber zonas de vigilancia canina u otros obstáculos. Y delante suyo, a su vez, se encontraba la valla eléctrica con alarma, que al mínimo contacto hacía saltar la alarma.